La detección temprana de los síntomas de una adicción es -sin duda- la fase más importante del proceso de recuperación. Ausencias laborales, aislamiento social y aumento de los conflictos personales son algunas señales de advertencia que deben ser tomadas en cuenta cuando se sospecha de la presunta compulsividad de un jugador. Aproximarse con tacto y delicadeza tales recelos también suele ser un proceso complejo y conflictivo, por lo que el recurso a profesionales es el consejo número uno en estos casos.
Una vez abordado el asunto, el siguiente paso supone entender cuán grave es la situación en cuestión, pues de ese resultado surgirá la decisión clave, que conducirá bien a un tratamiento invasivo o a terapias menos agresivas. Las adicciones no se deben confundir con vicios o falta de carácter, por lo que ante un escenario comprobado lo ideal es ponerse bajo la supervisión y consejo de especialistas. Estos deben evaluar el estadio de la dolencia e indicar las posibles aproximaciones, que pueden abarcar desde terapia farmacológicas, hasta grupos de apoyo y autoayuda. Todo esto, con el respaldo del núcleo familiar, que sirve de barrera de contención contra coyunturas estresantes o la incursión en problemas de legales. La evaluación y pronóstico del paciente es el punto de partida de lo que será un camino largo y arduo, que requerirá del aporte de diferentes elementos cercanos.
Herramientas de contención
Previamente al descubrimiento definitivo de los síntomas y el diagnóstico médico, existen mecanismos disponibles en webs institucionales y operadores de fortuna, que ayudan a entender y definir una estrategia de contención para los jugadores compulsivos. Los organismos de monitoreo y gestión de concesiones colocan a disposición de los interesados, contactos de instituciones dedicadas a la recepción de pacientes con problemas de adicciones, e instrucciones de cómo deben ser tratados durante el proceso de recuperación. Aparte de tales instrumentos informativos, existen otras herramientas que permiten una evaluación preliminar, y éstas se encuentran en las categorías de Ayuda/Preguntas Frecuentes de la mayoría de los portales. Entre ellas destacan pruebas de autoevaluación, sistemas para limitar la transferencia de fondos, y pedidos de exclusión.
Es importante que las señales sean avistadas y abordadas profesionalmente en etapas iniciales, pues las mismas pueden derivar muy rápidamente en descontrol total, y, a su vez, en el surgimiento de problemas judiciales, económicos, laborales y sociales con consecuencias impredecibles.
Atención al afectado
Si bien el diagnostico certero es un elemento fundamental a la hora de emprender el camino hacia la recuperación, el respaldo de la mano amiga y familiar cobra un valor especial en tales momentos. Ésta sirve para evitar recaídas, gracias al “reavistamiento” de indicios negativos o de ecos de advertencia que puedan transformarse en adicciones reforzadas. La conformación de un “muro social” es un paso importante en la concretización de los esfuerzos por alcanzar la fase final del proceso de estabilización, alejado de perturbaciones diarias, cuyo crecimiento exponencial tenga como consecuencia el estrés o las presiones personales. Sin embargo, si las primeras medidas de freno fallan o no concluyen de la forma espectable, siempre es posible recurrir a segundas opiniones y probar soluciones diferentes.
